Decía Nelson Mandela que “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Efectivamente, en la educación de un pueblo reside su prosperidad, su libertad. El filósofo alemán Kant nos recordaba que “un pueblo educado es un pueblo libre”. Es decir, que lo que importa es que el niño aprenda a pensar por sí mismo, que la educación que reciba vaya más allá de sacar buenas notas y aprobar exámenes, aunque por supuesto esta parte es también sumamente importante y primordial en su formación. De hecho, yo soy la primera que estoy de acuerdo en que hay que aprobar, por lo que llevo desde hace muchos años a mis hijos a una academia de Sevilla que tiene buena fama,
Pupilos, donde ofrecen programas formativos de calidad que complementan la formación académica de los alumnos con el claro objetivo de que aprenda, se forme y consiga superar con éxito las pruebas y exámenes del curso escolar. Pero vamos a conocer mejor cómo funciona la educación en España.