En 1950, diversos profesionales de la psicología de Estados Unidos comenzaron a tratar en sus consultas a familias enteras, poniendo en práctica un nuevo paradigma ante escuelas como el psicoanálisis o el conductismo. A partir de ese momento la terapia familiar resultó revolucionaria porque no consideraba al paciente solo en su subjetividad, sino en función de sus relaciones con los familiares.
Los psicólogos optan por la terapia familiar para tratar trastornos emocionales de algún miembro de la familia. Estas sesiones son idóneas para mejorar la comunicación y resolver conflictos. Esta terapia puede incluir a todos los miembros de la familia, o únicamente los interesados en participar en estas sesiones. El especialista analiza los problemas de conducta individuales y las interacciones familiares. Durante las sesiones, el psicólogo ofrece distintas herramientas y habilidades para que puedan profundizar en las conexiones familiares o superar con éxito sus conflictos.
Desde Top Doctors explican que «la comunicación y la contribución de cada miembro son fundamentales: los miembros pueden tener enfrentamientos y llegar a crear situaciones de angustia que, sin la ayuda de un terapeuta, no se pueden resolver».
Es aconsejable acudir a una terapia familiar cuando hay comunicaciones insuficientes o distorsionadas, comportamientos distantes o violentos, adicción al juego, problemas en la convivencia, ansiedad, depresión, bullying, adicciones a las drogas, bajo rendimiento académico, etc. La terapia familiar puede ser beneficiosa para resolver tanto problemas de grupo como individuales.
Los profesionales del centro de psicología animus, expertos en terapia familiar, nos cuentan los principales beneficios de esta terapia:
Mejora la comunicación
La terapia familiar puede mejorar la comunicación entres padres e hijos y también entre hermanos. Varios estudios han descubierto que ayuda a resolver problemas psicológicos o de conducta individuales. Mejora la comunicación entre los miembros de la familia, por lo que permite que cada uno hable sobre sus sentimientos y opiniones. Gracias a estas sesiones será posible afrontar cualquier conflicto, tanto si afecta a un único miembro, como a varios de ellos. Los miembros pueden trabajar la comunicación, la empatía y la compresión.
Mejora la capacidad
También mejora la capacidad de los miembros de la familia para apoyarse mutuamente. Este tipo de terapia es idónea para gestionar los siguientes problemas: una situación de bullying en el entorno escolar, problemas de adicciones o una enfermedad grave.
Incrementa la independencia
Esta terapia incrementa la independencia, por lo que el niño tiene más confianza en sí mismo y adquiere las herramientas necesarias para resolver los problemas de la vida.
Refuerza los vínculos familiares
Esta terapia también permite reforzar los vínculos familiares, por lo que los miembros pueden dialogar de una forma más abierta.
Fomenta la reparación emocional
Los miembros de la familia pueden reparar los conflictos emocionales que no hayan sido solucionados con anterioridad y eliminar sentimientos de culpa. Además, cuando uno de los miembros del grupo entiende el daño que ha podido causar a sus padres, puede llevar a cabo iniciativas para reestablecer la confianza.
Impulsa el apoyo
El grupo familiar puede expresar los sentimientos, ayudándose mutuamente a resolver los conflictos con calma y de una forma adecuada. La terapia familiar impulsa el apoyo y cada miembro se siente valorado.
Herramientas para resolver conflictos
En las sesiones de terapia familiar, el psicólogo ofrece herramientas que les serán de gran utilidad en un futuro para resolver nuevos conflictos.
¿Cuáles son las funciones del psicólogo de terapia de familia?
Durante la terapia, el especialista trata de resolver los problemas de conducta individuales como la depresión, trastorno alimentario, rebeldía, etc. También examina los patrones de relación entre los distintos miembros. El profesional trata de mejorar la comunicación entre hermanos, padres e hijos o conyugues. También intenta mejorar la capacidad del grupo familiar con los recursos de apoyo y las técnicas de discusión constructiva.
La terapia familiar ha evolucionado en diferentes corrientes: la estratégica, la estructural, la transaccional, la comunicacional, etc. El especialista enseña diferentes habilidades sociales e interpersonales, métodos de gestión de la ira, pautas para trabajar la asertividad, etc.
Un psicólogo especializado en terapia familiar debe contar con los siguientes requisitos y habilidades diferentes:
-Tener capacidad para analizar los problemas clínicos.
-Contar con una especialización formativa en psicología de terapia familiar.
-Ser un persona respetuosa y responsable.
-Tener capacidad de observación durante la sesión.
-Colaborar con otros profesionales e instituciones.
-Proporcionar respeto a las familias.
-Ser un persona tolerante.
-Tener capacidad de escucha activa.
-Ser una persona objetiva a la hora de analizar la evolución de la terapia familiar.
¡Gracias a la terapia familiar cada miembro de la familia experimenta cambios en el espacio cognitivo y en el emocional!