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Terapia Familiar Sistemática

Hoy vengo a hablaros de un problema que no había escuchado antes y del que llevo oyendo hablar varios meses. Es algo que me da miedo porque tener tantas noticias de familias en esta situación me hace pensar que hay algo que no anda muy bien. Por lo visto, el estrés, el ritmo de nuestra sociedad actual y la educación que se está dando a los chavales está creando graves problemas familiares difíciles de solventar y sólo profesionales como el Dr. José A. Hernández Hernández, que se ha especializado en el tema son realmente capaces de tratar a familias completas en lo que se llama Terapia Familiar Sistemática.

Se trata de una terapia que aborda los problemas que la gente presenta en el contexto de sus relaciones con personas significativas en sus vidas. Es un enfoque psicoterapéutico dirigido principalmente al sistema familiar como unidad social que no todos los profesionales de la psicología o la psiquiatría están capacitados para ejercer.

Los problemas que están experimentando estas familias llegan a ser muy dispares pero todos podríamos resumirlos en uno: convivencia. Los niños, a tempranas edades, debido a una educación (la mayoría de las veces) demasiado permisiva, empiezan a tener conductas de rebeldía ante los padres que van a más poco a poco y que pueden llegar a acabar en violencia y problemas mucho más severos difíciles de tratar. Esto, único al estrés laboral y a la situación por la que pasan muchas familias con poco presupuesto económico mensual, hacer que los padres y los familiares más cercanos entren en un bucle de discusión tras discusión y pelea tras pela que no ayuda, en nada, al chaval problemático y que, por el contrario, lo que hace es agravar la situación y crear problemas dentro de la pareja. De este modo se acaba entrando en un estado de tensión familiar por parte de todos y cada uno de los miembros que conforman esa familia y ya no es hay culpables ni víctimas, todos forman parte de la red que han ido tejiendo ellos mismos y que ahora no pueden cortar para salir a respirar aire puro.

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Llegados a este punto, la terapia familiar puede ayudar mucho, pero sólo si los pacientes (la familia) están dispuestos a poner de su parte porque no es el doctor quien debe hacer el trabajo duro, sino los miembros afectados en la unidad familiar. La terapia aborda la intervención y el tratamiento de la familia en su conjunto. Desde el punto de vista sistémico, se suele utilizar el término terapia familiar y de pareja, en tanto se entiende que el objeto de intervención son los sistemas y subsistemas familiares.

La terapia familiar se puede desarrollar desde diferentes ámbitos, como el de la psicoterapia (ejercida exclusivamente por psicólogos, trabajadores sociales, psiquiatras y enfermeros cualificados), el de la terapia pseudoeducativa o pedagógica, que se basa en cambios conductuales a través de la educación en valores y mejora de habilidades relacionales (ejercida tanto por los psicólogos como por trabajadores sociales, mediadores, educadores sociales, etc.) o el coaching vivencial.

Los objetivos de esta terapia siempre son:

  • La mejora del funcionamiento de la familia a diferentes niveles
  • El aumento de la comprensión mutua y el apoyo emocional entre los miembros de la misma
  • Y el desarrollo de estrategias de afrontamiento y habilidades de resolución de problemas ante diferentes dilemas y situaciones de la vida.

Tal vez todo esto puede sonar muy duro pero si tu familia tiene problemas que no sabes cómo afrontar y eres capaz de admitirlo, es hora de que acudas a un especialista que pueda valorar la situación y aconsejarte iniciar, o no, una terapia familiar sistemática. Es mejor atajar el problema que dejarlo pasar con la esperanza de que todo cambie por sí sólo porque, desgraciadamente, no lo hará.

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