Para la comunión de mi hijo buscamos hacerlo en una finca de la sierra madrileña. Aunque una comunión no es una boda, la conjunción de fechas y sobre todo que venía parte de nuestra familia de Estados Unidos nos animó a realizarlo en un sitio de un poco más tronío. Al final parece que no, pero son de estos acontecimientos familiares que se no suceden todos los días.
Un toque diferente a la celebración
No es que seamos una familia muy religiosa, pertenecemos a esa gran cantidad de personas en España que no pisan una iglesia salvo en bodas, bautizos, comuniones y entierros. Para nosotros la iglesia forma parte de nuestra cultura y por esa razón queremos que nuestros hijos sigan la fe cristiana católica, aunque después sean libres para decidir si quieren ser practicantes o no.
Tanto mi mujer como yo venimos de familias numerosas, yo tengo 7 hermanos y mi mujer 5, por lo que como podéis imaginar la cantidad de familiares entre personas mayores, de mediana edad y niños era considerable. Mucha gente y queríamos dar la talla haciendo una gran fiesta para celebrarlo.
320 invitados para una comunión, casi nada. Ante tal gentío pensamos que tenía que haber espacio para que todos lo pasásemos bien. Para la celebración quisimos hacer algo divertido. Como a mi hijo le encantan los comics de Marvel no perdí la oportunidad de hacerle un buen regalo con unos buenos comics, que remataron una decoración bastante influenciada por su gran afición que comparte con su padre.
Hace dos años fuimos a una boda donde nos encantaron los rótulos con el nombre de los que se casaban. Unas pocas semanas antes de la comunión caímos en ellos recordando detalles que nos gustaran de comuniones o bodas pasadas y nos vino a la mente este.
Hablándolo con un socio de trabajo me comentó que en rótulosdecorcho podía encontrar lo que estaba buscando y que hacían también envíos. Total, que cuando llegué del curro a casa me puse con el ordenador a buscar su página de internet.
Parecía que era lo que queríamos, así que llamamos al día siguiente y acordamos con ellos el texto que pondría, “Feliz primera Comunión Alex”. Los colores en blanco y violeta, como nuestro equipo el Real Valladolid.
Las letras como no podía ser de otra manera eran estilo comic, lo que hizo que el resultado fuera muy gracioso. Por lo demás la comunión fue todo un éxito y lo pasamos muy bien todos. Es realmente especial cuando una familia tan grande como la nuestra se junta, máxima cuando más de la mitad viven en el extranjero.
Aunque los años pasen, cada vez que nos juntamos es como si el tiempo no cambiase, solo los niños nos recuerdan que el tiempo pasa y más rápido de lo que uno quisiera, pero en jornadas como estas uno disfruta tanto que se le quita a uno toda la tristeza de no podernos ver más que una o dos veces al año con suerte.
De verdad que os aconsejo a todos los que estéis dudándolo que optéis por hacer la mejor fiesta que podáis, tanto por vuestro hijo como por vosotros, al final de todo son de esas jornadas maravillosas que uno disfruta y por eso debemos de intentar dar lo mejor de nosotros mismos. La celebración lo requiere.
Las letras de corcho le hicieron muy feliz a mi hijo y ahora las tiene en su habitación puestas, a ver cuánto le duran. Le he dicho que cuando se canse de tenerlas en el cuarto, me lo diga y las llevo al garaje, así se quedan de recuerdo.
El éxito de las letras de corcho fue tal que 2 parejas amigas nuestras y que están en capilla como quien dice nos dijeron que les pasásemos el teléfono de la empresa que nos hizo las letras para tenerlas para sus respectivas bodas, así que parece que la idea agradó a todo el mundo.
Una buena idea que al final triunfó y que bueno, quizás os pueda servir para colaborar en la decoración de la comunión de vuestros hijos o familiares. Siempre da un toque divertido y luego uno se queda con ese recuerdo imborrable que dentro de unos años os encantará ver por supuesto.