Es muy curioso comprobar cómo, aunque nos hayamos propuesto seguir arreglándonos y manteniendo un estilo “cool”, siempre acabamos optando por ir a lo cómodo y eso se convierte en descuidarnos un poco cuando tenemos hijos. Pensadlo un poco, cuando estamos embarazadas aún solemos ir monísimas, con vestidos premamá, coloretes y divinas a cualquier parte pero luego, cuando el peque está en casa, preferimos invertir el tiempo que tenemos en él y en nuestra familia antes que frente al espejo: nos peinamos como sea, nos ponemos lo primero que pillamos del armario y ya no te hablo de los conjuntos de ropa interior, que en mi caso cada día se parecen más a los de mi abuela.
Hay cinco errores de belleza que cometemos casi todas las madres primerizas. Para empezar, por falta de tiempo o no nos maquillamos, o nos maquillamos y dormimos sin quitarnos el maquillaje. Esto puede tapar nuestros poros y hacer que nos salgan granitos y nuestra piel pierda fuerza y energía así que empieza a comprar toallitas desmaquillantes o leche limpiadora porque dedicarle dos minutos a tu rostro puede evitarte problemas posteriores.
Si no tienes tiempo para maquillarte opta por los productos multiusos. Se trata de productos que tienen más de una función como labiales que también sirven como colorete o cremas hidratantes con maquillaje para tapar imperfecciones. Ahorrarás tiempo y te sentirás mejor.
Usa la “luminosidad”. Hay truquitos como mezclar crema hidratante con un iluminador normal que te harán lucir mucho mejor aunque no hayas dormido bien esa noche.
No olvides el protector solar. Tanto si estás embarazada como si acabas de dar a luz notarás que te has vuelto propensa a tener manchas en la piel. Esto es algo que con el tiempo desaparece aunque algunas de esas marcas se quedarán contigo para toda la vida. Se trata de trozos de piel donde la melanina se ha aclarado u oscurecido ligeramente, se llama melasma. Si usas protección solar te protegerás de los rayos del sol y también de esta hiperpigmentación.
Deja las cremas antienvejecimiento por un tiempo. Este tipo de cremas suele tener como ingrediente el “retinol”, que contiene mucha vitamina A y/o derivados, algo de lo que debemos alejarnos si estamos durante el periodo de lactancia de nuestro hijo, así que en lugar de usar este tipo de cremas te recomiendo tomar comidas ricas en antioxidantes, como la Granada, hasta que puedas volver a tu rutina normal.
No olvides el sexo
Imagino que por esa misma falta de tiempo, estrés y agotamiento, tendemos a aparcar el sexo a un lado, algo que es entendible pero no demasiado positivo. Tener una vida en común con nuestra pareja, aparte de la que podamos compartir con nuestros hijos, es de vital importancia para la salud de la pareja que tengamos un espacio privado, para nosotros solos, donde los niños no tengan cabida. Y en eso, por supuesto, se incluye el sexo entre otras cosas.
Mi marido, por ejemplo, que es un fetichista en este sentido, siempre ha tenido especial predilección por verme en tacones así que no hace demasiado tiempo aproveché que necesitaba comprar algo de ropa para hacerme con un conjunto de lencería monísimo en Lencería Paqui y con unos tacones que quitaban el hipo de Calzados Luz.
El mero hecho de saber que llevaba esa ropa interior tan bonita vamos mis vaqueros y mi camisa, me hacía sentir especial, guapa y sexi. Así que cuando, tras una cena íntima y solos, empecé a desnudarme para ir a la cama y me dejé para lo último aquellos tacones con la ropa interior, a mi marido se le salían los ojos.
Puede parecer una tontería pero mantener viva esa llama y cuidar nuestra salud sexual también va a repercutir en que nuestra familia siga siendo maravillosa, así como el hecho de sentirnos bien con nosotras mismas, y hermosas, nos va a ayudar a mantener nuestra confianza.