¿Quieres que este verano sea diferente?, ¿Has pensado que existen más opciones que la playa para pasar unas vacaciones en familia? Pues si ya estás hart@ de los típicos destinos, de las mismas actividades de siempre y de la avalancha de turistas, tenemos algo para ti: Albacete, que como decía Azorín, es el Nueva York de La Mancha.
Albacete es la ciudad más importante de Castilla La Mancha, siendo su principal motor económico. Pero además, toda la provincia, cuenta con paisajes únicos y extraordinarios, como El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha (JBCLM), el Parque de la Pulgosa, el Parque Natural de la Sierra de Cabras o el Paraje Natural del Molino de las Fuentes.
El Parque Natural de la Sierra de Cabras y el Paraje Natural del Molino de las Fuentes, se encuentran en Nerpio, un municipio bellísimo, mezcla de naturaleza e historia con una amplia oferta cultural y paisajística, pinturas rupestres, rutas y senderos y diferentes especies de aves. De hecho, el turismo ornitológico, es muy popular en la zona. Y en Nerpio, también se ubica, el Cortijo el Sapillo, una casa rural enmarcada en una zona de más 300 hectáreas, que permite pasear por cercanos bosques en los que observar aves y otros animales. Se trata de un lugar ideal para el descanso, y para disfrutar de su entorno natural y cultural, ya que la zona está plagada de restos fósiles marinos de gran valor paleontológico. Esta casa de turismo rural está rodeada por tierras que destacan por su rica y variada vegetación: romero, tomillo, retamas, coscojas, esparto, jara, matorrales espinosos de las cumbres y árboles como el pino, la sabina, la acebeda o el nogal.
En el Parque Reserva de la Sierra de Cabras se levantan el Pico de Atalaya, que supera los 2.000 metros y desde donde se pueden contemplar las vistas más espectaculares. El Parque cuenta con una amplia variedad de rocas, margas, arcillas, arenas, areniscas, dolomías o calizas, etc… además de fósiles y una enorme variedad de plantas y especies animales: erizos, moluscos, y aves, como el buitre leonado, el halcón peregrino, el águila real, o el Roquero rojo, entre una enorme variedad de especies. Un momento, que no hemos hablado de la cabra montesa, que es precisamente la que da nombre a este parque y que podrás ver, trepando por las abundantes rocas, repartidas por toda la zona.
Pero la reserva, alberga, además, alrededor de 36 especies de plantas incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas y 10 comunidades vegetales consideradas Hábitat de Protección Especial. El espectáculo es una auténtica maravilla.
El Paraje Natural del Molino de las Fuentes, cuenta con un nacimiento natural de agua, con mesas de piedra, en las que comer o sentarse a descansar. Pero lo más espectacular, son los restos de pinturas rupestres, siendo una zona perfecta para hacer senderismo. Si te gustan la caminatas, no puedes dejar de visitarlo, y disfrutar de un ambiente tranquilo, rodeado de vegetación y donde se pueden observar especies animales, como el jabalí, campando a sus anchas en su propio hábitat.
Los beneficios de la vida en el campo
¿Sabes que pasar tiempo en el campo favorece el buen funcionamiento del organismo, mejora el estado de ánimo y mejora la salud en general, en su sentido más amplio?
Está demostrado que las personas que viven en el campo presentan menos enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios, obesidad, depresión, ansiedad o insomnio, y es que, aquí, la vida es muchísimo más tranquila que en la ciudad, es mucho menos estresante y además se respira aire puro.as razones son evidentes.
Respirar aire puro, reduce el riesgo de padecer enfermedades respiratorias, como bronquitis, asma o alergias. Pero además, evita la aparición de ciertos trastornos, como el estrés y la ansiedad o la depresión, mejora el estado de ánimo, y es altamente beneficiando para el sistema nervioso, por lo que también reduce el riesgo de sufrir enfermedades coronarias.
Porque cuando estamos en el campo, caminamos más, hacemos más ejercicio y otras actividades físicas que contribuyen a mejorar nuestra forma física. Pero también, mejora nuestra actividad mental, ya que permite dedicar más tiempo a la lectura, y a la vida contemplativa, lo que favorece el desarrollo personal e intelectual.
Y por otro lado, la comida siempre es mejor, recién recogida de la huerta, con todas sus propiedades y nutrientes, y con el punto justo de maduración.