El nacimiento de un nuevo bebé es causa de alegría para toda la familia. Ahora bien, cuando se trata del segundo hijo hay que tener mucho cuidado para que nuestro rey no se sienta destronado. Paciencia y sensibilidad son los dos aspectos que hay que tener para que su llegada no cause un trauma a nadie. Los celos serán el sentimiento que más se repita.
Está claro que para el primer hijo la llegada de su hermano supone un cambio grande. Por eso, cada niño tiene que tener su espacio y su tiempo. Lo primero que hay que hacer es allanar el camino. Es decir, antes de que nazca el segundo, hay que permitirle al primero que se sienta más independiente, que tenga su parcela. Así, estará en mejor disposición de recibir al nuevo hermanito como una buena noticia y no como una amenaza contra su bienestar.
Durante la fase del embarazo hay que vincularle con el proceso. Habrá que hacerle que participe en la preparación de la habitación y en los objetos y en la decoración del bebé. Hay que incitarle para que él mismo haga su regalo de bienvenida. Otra técnica muy buena es hacer que el grandullón de la casa hable con el niño cuando esté en el vientre. Hacer juegos en los que el pequeño hermanito puede participar, divertirse, compartir y aprender a querer al nuevo miembro de la familia.
Y por supuesto, no puedes dejar de dedicarle tiempo, incluso si puedes, un poco más, Eso sí, sin agobios. Pregúntale por sus inquietudes, investiga sus gustos, participa en sus juegos…Hazle ver que continuas teniendo una relación muy especial con él, donde él sigue siendo único, y sigue manteniendo un espacio en tu vida que no perderá aunque lleguen más hermanitos.
No obstante, no te preocupes si comienza a comportarse como un bebé. Seguramente vuelva a mojar la cama por la noche, o quizás te pida un biberón o un chupete o que le cojas en brazos. Estas acciones son normales, y hay que darlas la debida importancia, ahora bien, si persisten e incluso comienza a ver síntomas de agresividad, malos modos o mala educación, debería pensar en acudir a un psicólogo. Nosotros te recomendamos Terapia Psi, son grandes profesionales y pueden ayudar tanto al niño como a los padres. Ya que en muchas ocasiones, la relación de pareja se ve dificultada por la llegada de un nuevo hijo.
Tan paciencia porque lo mejor es enfrentarse al problema con paciencia y cariño, al mismo tiempo que guiamos al niño para asumir el cambio que habrá en la familia. Pronto os daréis cuenta que la llegada de un segundo hijo es lo mejor que os podía pasar. A vosotros y a ellos.