La caries, es, según una encuesta realizada por el Sistema Público de Salud, una de las enfermedades dentales más comunes en los niños y niñas de todo el mundo. Los datos dicen que uno de cada 10 niños de tres años tiene caries. La mayor parte de los peques tienen caries, diente perdidos o bien empastados. Los padres/madres y educadores/educadoras, pueden hacer mucho para solucionar este problema, que, de no diagnosticarse pronto, o si no se cuida lo suficiente la higiene de diente y encías, puede derivar en enfermedades más graves, como al enfermedad periodontal, que a su vez provoca otras, y aumenta el riesgo de infarto.
De mano de los y las profes está el enseñarles buenos hábitos de higiene bucodental, así como alimenticios o inculcarles la práctica del deporte. Pero los padres y madres, tienen la obligación de educarles con el ejemplo. Ellos y ellas son, muchas veces, los ídolos de sus hijos e hijas, sus modelos a imitar. Y si en casa los buenos hábitos brillan por su ausencia, es muy difícil que se adquieran en un futuro.
Consejos para evitar las caries de los más peques de la casa
¿Qué pueden hacer las mamis y los papis para evitar que los peques tengan caries?
1. En primer lugar, es fundamental adquirir buenos hábitos alimenticios y de higiene, pero es igualmente importante, visitar al dentista con regularidad, advierten en la Clínica Dental La Chicuela, que cuenta con una amplia experiencia a sus espaldas, siendo, su más de 20.000 pacientes atendidos con éxito a lo largo del tiempo, tanto adultos como niños, su mejor aval. Cuenta con un equipo multidisciplinar y unas instalaciones de lo más actuales, para brindar a todos y cada uno de sus pacientes la mejor de las atenciones.
2. Según los expertos en salud bucodental, la caries dental es causada por el consumo frecuente de demasiados alimentos y bebidas. Por lo tanto, hay que evitarlos. El Sistema Público de Salud de Inglaterra, hizo, en su momento, las siguientes advertencias: «A menos de que se aborde este problema, existe un riesgo mucho mayor de que se produzcan más caries en los dientes permanentes a lo largo de la vida adulta». Por su parte, la Fundación Británica de Nutrición aconseja tratar de limitar los alimentos y bebidas que contienen azúcar a las horas de las comidas: «Cuanto más a menudo tome el niño alimentos o bebidas azucaradas, más probabilidades tendrá de tener caries.
De hecho, los odontólogos y odontólogas recomiendan el consumo de menos de 4 alimentos y bebidas que contienen azúcar, cada día. Es decir, hay que limitar el consumo dulces y refrescos. Hay que aprender a comer, advierten los y las profesionales de la salud. Por ejemplo, existe cierta tendencia a comer los frutos secos entre las comidas. Y esto es un error. Lo mejor es comerlos con las comidas, ya sea al desayuno, a la hora de comer (mediodía), a la merienda o a la cena. Porque de lo contrario podrían dañar los dientes. Se pueden añadir a la ensalada, pasta, arroz, postres, tostas, etc. ¡Están de vicio!
«Los frutos secos también pueden ser perjudiciales para los dientes por lo que hay que tratar de ofrecerlos a la hora de comer en lugar de entre las comidas.» Aseguran desde el Sistema Público de Salud de Inglaterra.
En lugar de dulce, se recomienda el consumo de frutas, siendo la mandarina, la más aconsejable para mantener los dientes fuertes y sanos. No es de extrañar que se diga de esta fruta que es la golosina de la naturaleza. Otra opción como tentempié, son las frutas y verduras crudas, como los plátanos, trozos de pepino o zanahoria. O también tostadas, galletas de arroz y palomitas de maíz.
3. Mel Wakeman, experto en nutrición de la Universidad de Birmingham City, asegura que los zumos de frutas no son buenos: «Los zumos de fruta azucarados dirigidos a los niños muy pequeños no son necesarios y se deben evitar». En cambio, afirma hay que darles agua y leche. «El agua y la leche para los menores de tres años son la mejor opción», garantiza.
Porque la caries, dicen los expertos, se puede prevenir y Wakeman asegura que «La lactancia materna proporciona la mejor nutrición para los bebés, y las mejores bebidas para los niños pequeños de uno a dos años son la leche entera y el agua y de dos años de edad en adelante la leche semidesnatada y agua, siempre y cuando el niño sea de buen comer. » Por eso, es recomendable no
añadir azúcar a los alimentos o bebidas de destete.