Las ONGs reclaman en el Congreso una ley contra la violencia infantil, y es que, según la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil, uno de cada cinco menores en España sufre o ha sufrido violencia sexual. El coordinador general de la federación asegura que las estrategias para la prevención de la violencia contra la infancia “no se sabe si funcionan”, lo que me parece aberrante, pues no poder afirmar que se está haciendo todo lo posible por eliminar esta lacra social no habla demasiado bien del Gobierno actual.
Aldeas Infantiles SOS, Save the Children y Asociación Infancia Libre abogan por un Pacto de Estado por la Infancia que, además, sea la clave para la elaboración de una ley contra cualquier forma de violencia infantil, y denuncian que la ausencia de datos reales sobre la situación de los niños dificulta su trabajo y el de los profesionales que intentan ayudarles.
Según la responsable de Sensibilización de Aldeas Infantiles SOS, María Jesús Rodríguez Costa, hay mucha violencia ejercida por el entorno más cercano al niño y, a su juicio, la dificultad para la identificación o visualización de estos maltratos o abusos dependerán de lo amigable que sea el sistema de justicia para el menor.
Si ya el sistema que supuestamente está protegiendo a la mujer de la violencia de genero me chirría constantemente por todos lados porque es obvio que no funciona, que el sistema que protege a los menores también cojee por algún lado me parece una locura, una burla a nuestra sociedad y un ataque a nuestro futuro. Según el abogado especialista en maltrato Infantil de Durán & Durán, una de cada 5 mujeres y uno de cada 13 hombres declara haber sufrido maltrato infantil en su infancia y, en muchos casos, ese maltrato suele ser en forma de abusos sexuales.
Por otro lado, expertos psicólogos y psicopedagogos como Marisa Hernández Torrijo, han de añadir un tipo de terapia para adolescentes que les ayude a desarrollar habilidades sociales y a saber decir NO. ¿Es que nadie se da cuenta de que hay que cambiar nuestro sistema? Menores que acosan a otros menores mientras que los padres, tutores o familiares cercanos, abusan de esos mismos menores, ya sea física o verbalmente, y nosotros nos quedamos de brazos cruzados. ¿Cómo creéis que será nuestra sociedad en un futuro si nuestros niños no están protegidos de nada de eso? Es más, viendo los datos me atrevería a decir que hay una gran parte que lo sufre en silencio y a diario.
El Estado debe actuar
Las ONGs denuncian la falta de especialización de los equipos psicosociales que atienden a los menores maltratados cuyos testimonios, en su mayoría, no con considerados, y se obliga al menor a tener contacto con su agresor. Además, afirman que la nueva ley debe incluir la violencia de género y no ser ambigua primando intereses. Reclaman que siempre que haya duda debe primar el interés del menor por encima del de el adulto, y añaden que para que esta nueva norma no tenga fallos o, al menos, tenga los menos posibles, es necesario tener datos de las denuncias que existen en los juzgados.
Lo que defienden es una institución jurídica que esté diseñada para los niños, porque sólo son víctimas o testigos de algo en lo que no pueden interferir pero les daña constantemente. Tenemos que trabajar con los niños para que sean adultos responsables y comprometidos, pero ese trabajo hay que desarrollarlo antes a modo de prevención, no a posteriori.