Idelfonso -Fons para los íntimos, familia y amigos- y yo nos conocimos hace quince años en los bancos de la universidad y fue, por decirlo de alguna forma, un flechazo a primera vista. A día de hoy, tenemos dos hijos: un niño de diez años llamado Beltrán y una niña de cuatro, Mencía. Además, estamos esperando otro hijo. Ya conocemos el sexo del bebé, será niña y al igual que lo hicimos para sus hermanitos, le pondremos un nombre de origen medieval porque siempre nos han gustado. La llamaremos Juana. ¡Nos encanta este nombre! Lo suelen llevar mujeres con mucha personalidad y carácter.
En fin… Estamos súper felices, pero vamos a tener que cambiar un poco la disposición de nuestra casa para el bienestar de todos. Al tener sólo tres habitaciones, hemos pensado poner al bebé en la habitación de Mencía, pero para ello vamos a tener que cambiar y comprar nuevos muebles. Hemos estando navegando por Internet y hemos visto una tienda online con más de 50 años de experiencia en el sector del hábitat, distribución de muebles de las mejores marcas y fabricación de muebles a medida llamada Dismobel que nos ha gustado un montón debido a los diseños tan originales y bonitos de los dormitorios y de las diferentes camas infantiles a precios muy asequibles que propone. Además, dispone de un catálogo que supera los 10.000 productos garantizados con las últimas tendencias en muebles y decoración para que puedas darle un estilo y personalidad propios a tu hogar. Con lo cual, quien no encuentre lo que más le interese es porque, en verdad, no se ha tomado la molestia de buscar correctamente.
A nosotros, sí que nos han gustado varios artículos del catálogo, como las camas nido y compactos, las camas trenes y las literas abatibles, los tatamis, etc., y por supuesto las camitas para bebés. De momento estamos estudiando varias posibilidades de cara al futuro (¡porque los niños crecen a una velocidad alucinante!), pero creo que nos decantaremos por la cama tren que nos parece práctica, bonita, original y a un precio asequible.
De familia perfecta a familia numerosa
Dicho esto, lo que más nos llamó la atención y nos entristeció a la vez, fue ver la manera en la que algunos de nuestros familiares, amigos y vecinos recibieron la noticia. En lugar de alegrarse por nosotros, muchos nos preguntaron si este tercer embarazo había sido planeado y deseado o si había sido un “estúpido” descuido. Otros, incluso, nos preguntaron si habíamos perdido el sentido común con la que estaba cayendo. ¿Acaso no habíamos oído hablar de los numerosos métodos anticonceptivos que ofrecía el mercado actual? ¡Penoso! De repente, la familia perfecta que representábamos, con el modelito de la parejita ideal: un niño y una niña, se convertiría en breve en una familia numerosa apestosa, por decirlo de alguna forma, guste o no guste… Sin embargo, este tercer embarazo lo habíamos deseado de todo corazón. ¡Por supuesto que sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar a nivel económico!, pero a nosotros nos han gustado desde siempre los niños y queríamos tener varios. Yo soy hija única y de toda la vida he echado en falta aquel hermano o aquella hermana que nunca tuve. Por ello, cuando conocí al chico que se convertiría en mi futuro esposo, tercer hijo de una fratría de seis hermanos (4 niños y 2 niñas), debo admitir que ese detalle me gustó y fue –en cierta medida– un punto a su favor. En fin, todo ello para deciros que no entiendo que algunas personas por dicha elección nos traten como si fuéramos apestosos. ¡Cada cual que haga con su vida y en su casa lo que le venga en gana! Además, tener varios hijos fomenta la tolerancia y el sentido de las responsabilidades en los niños. Ya me di cuenta, en efecto, que cuando llegó Mencía a casa, Beltrán asumió su papel de hermano mayor con una seriedad, una calma digna de un auténtico campeón, ayudando con las tareas del hogar, cambiándole el pañal y dándole de vez en cuando el biberón, etc. ¡Y las cosas siguen así! Con lo cual, no dudo en que Mencía actúe de la misma manera cuando esté Juana con nosotros. De momento faltan unos cuantos meses para ello y no hemos elegido todavía con total seguridad los muebles para la pequeña en la tienda online Dismobel (¡aunque creo que optaremos por la cama tren!) que tanto nos ha llamado la atención, pero lo haremos en breve. Pues, cambiar la habitación de los hijos por necesidad no es una tarea fácil, ¡pero en absoluto imposible! Y menos con la amplia gama de productos para el descanso que propone la tienda en su catálogo. ¡Seguro!