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Terapia con perspectiva de género, una necesidad para las mujeres con adicciones

Hay veces que, sin quererlo, somos las propias personas las que nos ponemos palos en la rueda de nuestra vida. Es una situación que se puede evitar, pero no nos podemos aproximar a este asunto desde el punto de vista del reproche. Lo mejor es que tratemos de resolver ese problema y que luego procuremos no recaer, demostrando de esa manera haber aprendido la lección. Los reproches no solucionan nada y solo pueden provocar tensiones con las personas que más queremos, a las que, después de haber cometido un error, les es más necesario un abrazo que un grito. Como suele decirse, “abrázame cuando menos lo merezca porque será cuando más lo necesite”.

¿Por qué hemos comenzado diciendo todo esto? Porque el tema del que vamos a hablar a lo largo de todo este artículo son las diferentes adicciones a las que el ser humano muchas veces se somete. Las drogas y el alcohol son dos de las que más incidencia tienen en la vida de la gente y la verdad es que provocan problemas que pueden condicionar el día a día de una persona incluso aunque esta no sea consciente de ello o lo sea poco. Las drogas y el alcohol no solo son negativos para nuestra salud, sino que también generan una dependencia que nos afecta a lo largo de cada día en la ejecución de las tareas que catalogamos como rutinarias.

Por desgracia, son muchas las personas que han caído en alguna de estas adicciones e incluso en alguna más. Son muchas las sustancias que generan ese impacto negativo del que os estamos hablando y la verdad es que, en muchas ocasiones, cualquier prevención es poca. Seguro que conocéis a alguien que ha pasado por una situación de dependencia de alguna sustancia como el alcohol o las drogas y que no lo ha pasado esencialmente bien como consecuencia directa de esto. Ojalá no tuviéramos que hacer frente a este tipo de situaciones porque no existieran, pero la realidad no es esa… y es difícil que lo sea, para qué nos vamos a engañar.

Hay algunos datos que nos preocupan especialmente de un asunto como del que estamos hablando. Según publicaba una noticia del Diario de Sevilla en junio del año 2022, España estaba a la cabeza de Europa en materia de consumo de cocaína. Más de un 11% de la población que se encontraba entre los 15 y 64 años la consumía, lo cual evidencia que estamos hablando de un problema grave y que requiere de una intervención por parte de las autoridades. Con los riesgos que se asocian a este tipo de productos, es lógico que la preocupación social al respecto de este tema sea bastante grande. No es para menos.

Los dos países que nos siguen en la lista lo hacen a cierta distancia. Se trata de Irlanda y Dinamarca, que apenas superan el 8%. Vamos tres puntos por encima y la verdad es que es algo que no nos podemos permitir. Debemos hacer mayores esfuerzos primero en hacer posible que la gente tenga la posibilidad de salir de ese mundo y, además, prevenir la entrada de nuevas personas en él. Solo así se podrá hacer posible que el porcentaje de gente consumidora de cocaína o de cualquier otra droga se vea reducido de una manera tan drástica como queremos. El de las drogas es un asunto que todo el mundo sabe que existe y que es preocupante, pero ante el que debería existir una actuación más importante por parte de las autoridades públicas.

Pero cuidado, que no hace falta irse a hablar de la cocaína para acercarnos a las adicciones que cuentan con un mayor número de seguidores en España. Según se informaba en un estudio realizado por La Moncloa, las drogas más consumidas entre los estudiantes son el tabaco y el alcohol. Teniendo en cuenta que estamos hablando de dos aspectos que son perjudiciales para la salud y de gente que, por regla general, va a tener una edad no muy extensa, también parece lógico que exista una preocupación instalada en la sociedad. Que nuestros jóvenes estén metidos en esas adicciones es un problema y hay que procurar sacarles de ahí. Cuanto antes, mejor.

Una de las cosas que más viene sorprendiendo en los últimos años en relación al consumo de drogas es que su público femenino no para de crecer. Tradicionalmente, aspectos como este, el del tabaco o el del alcohol han estado más ligados a los hombres que a las mujeres, pero la cosa está cambiando muy rápido y es evidente que esto puede traducirse también en un empeoramiento de la calidad de vida de ellas. No lo podemos consentir. Ni para ellas ni para ellos. Hay que ponerle coto a este problema y frenar ese ascenso en el número de gente que entra en un mundo tan oscuro, tan cruel y, por qué no decirlo, también tan injusto.

Que la mujer ha visto incrementada su entrada en el mundo de las drogas es un hecho que debemos reconocer antes de intentar ponerle solución al problema. En la sociedad actual, hay un debate instalado al respecto de cómo se puede abandonar una adicción a sustancias como la cocaína. Y, en el caso de la mujer, la terapia orientada a una perspectiva de género es una de las opciones que mejor funciona. Lo dicen desde Dona Addiccions, donde el trabajo en esta materia ya se extiende durante bastantes años. Este es uno de los caminos que deben seguir explorándose para darle la vuelta la tortilla y para conseguir que menos mujeres se vean abocadas a las drogas.

¿Qué es lo que puede conducir a una mujer a drogarse? 

Pueden ser muchas cosas, no os vamos a engañar. Hay determinadas situaciones que son las que provocan que haya mujeres que se vean en una situación límite y que crean que las drogas van a serles de ayuda. Vamos a comentar algunas de esas situaciones:

  • Violencia de género. Lógicamente, cuando estamos en una situación así, cualquier cosa que nos permita aguantar el chaparrón nos parece buena.
  • Problemas de acceso al mercado laboral. La mujer sigue teniendo más problemas que el hombre y, como consecuencia, tiene una menor capacidad económica.
  • Estrés, ansiedad o depresión. Estos problemas vienen ocasionados por una variedad muy amplia de factores, pero está claro que el exceso de labores del hogar, algo de lo que sigue encargándose mayoritariamente la mujer, es uno de ellos.

Lógicamente, si fuéramos capaces de prevenir algunos de los problemas sociales que hemos descrito, también estaríamos previniendo el consumo de drogas en muchos casos. Es otra manera de combatir uno de los grandes males de la sociedad y que tiene un determinado impacto en cada una de las zonas geográficas de las que se compone nuestro país. Es importante, cuando se está procurando hacer que una mujer salga de ese mundo de las drogas, que no se sienta culpable y que entienda que, si alguien le hubiera proporcionado justo la ayuda que necesitaba en su momento, no hubiera caído en la trampa de las adicciones.

Cuando tenemos delante a una persona drogodependiente, debemos aproximarnos a su caso con tacto y haciendo que sepa que nuestra misión no es otra que la de ayudarle. Nada de culpas. Lo importante es que salga del bache y que encuentre los medios para no recaer. Esto requiere de un trabajo que se puede alargar en el tiempo y para el cual también hace falta grandes dosis de paciencia ya que, sin ella, los motivos por los cuales una persona empieza a tener adicciones no van a desaparecer ni mucho menos. Por suerte, en España ya vamos teniendo muchos profesionales familiarizados con este tema y que ofrecen la posibilidad, con trabajo y esfuerzo, de mejorar la vida de estas personas.

De una situación como esta se sale. Os lo podemos garantizar. Es verdad que muchas veces las cosas se ven negras y que cuesta encontrar un atisbo de luz al final del túnel, pero con la ayuda adecuada es viable dejar atrás cualquier tipo de adicción, cueste más o menos. Lo importante es que encontremos de nuevo ese camino hacia la felicidad que las adicciones nos hacen abandonar y no dejar de seguir esa senda en ningún otro momento de la vida. Hay muchas personas en España que han seguido estos pasos y que hoy pueden decir que han cumplido ese objetivo.

Nadie tiene que afrontar esto solo. Y nadie tiene por qué recibir reproches. Lo único que hay que hacer es proporcionar ayuda profesional, una ayuda que está jugando un papel muy importante dentro de esta sociedad y que estamos seguros que va a permitir que un montón de personas dejen de lado todas esas sustancias que hacen más difícil su vida. Es más necesario que nunca que esto sea así entre toda clase de personas. Es la mejor manera de apostar por nuestra salud y para mejorar esa calidad de vida que se ve tan amenazada por aspectos como el alcohol, las drogas o el tabaco.

 

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