El miedo al dentista es algo que es propio de niños y mayores. Es lógico tener temor a que el tratamiento le pueda doler, donde temas como las agujas, el sonido de la maquinaria no ayudan precisamente a tomarte la visita al odontólogo con calma.
Actualmente hay que tener en cuenta que las clínicas dentales de ahora son mucho más atractivas que las antiguas. Son experiencias más suaves, aunque claro está, no se libra uno de los sonidos típicos de las clínicas dentales, todo ello con más discreción, pero eso sí, donde los instrumentos no se encuentran a la vista y en muchos casos, se puede escuchar música de ambiente que relaja a modo de fondo.
Nuevos tiempos para los dentistas y sus relaciones con los clientes
Ahora es verdad que hay muchos dentistas que comprenden más lo miedos que tienen los pacientes y que es posible que hagan que se reduzca el estrés si el trato tiene amabilidad y delicadeza.
Los progresos que se han producido a nivel tecnológico han logrado que el método en la industria de la odontología hayan conseguido ofertar tratamientos indoloros. En clínica dental Carrilet utilizan todos estos avances para que la experiencia en el dentista sea algo moderno y eficaz. Los tiempos han cambiado mucho e ir al dentista no es una experiencia negativa como antes.
A pesar de los avances que hemos comentado, vamos a darte una serie de consejos para que puedas vencer la ansiedad de acudir al dentista:
- El dentista tiene que ser comprensivo: lo mejor es que preguntes a amigos y familiares sobre si conocen o si su dentista está especializado en pacientes que tengan ansiedad.
- Visitar la clínica antes que tengas la primera consulta: puedes pasarte antes, conocerás al recepcionista, a los profesionales y así ves cómo es el amiente. Sería conveniente de informarles de tus miedo o ansiedad para que lo sepan cuando vuelvas.
- Optar porque la cita sea a primera hora del día: de esta forma pensarás menos en tu miedo y no se irá acumulando la ansiedad durante el día.
- No llegar a tiempo a la cita: lo mejor es que llegues a ala hora justo para no tener que estar esperando. Las salas de espera suelen aumentar la ansiedad.
- La primera cita debe ser tranquila: no es bueno que en la primera visita te metas con empastes, endodoncias o anestesias. Una revisión o limpieza puede ser útil para conocer más a tu dentista. Si te sientes más cómodo, vas a poder hacer tratamientos más complejos.
- Una señal puede servir para avisar de que te encuentras incómodo: a veces vale ponerse de acuerdo con el dentista para que sepa que necesitas descansar y quieres que pare. Esto puede consistir en una señal con el dedo o levantar la mano, pero te vas a sentir con más control.
- Puedes llevar tu propia música y así te relajas y distraes: para ello lleva tus auriculares y música favorita, así podrás relajarte mientras que el dentista realiza su trabajo. De esa forma el tiempo va a pasar más rápidamente y no escucharás esos sonidos que pueden ponerte nervioso.
- En caso de que el miedo sea importante, es posible explorar la sedación. Algunos casos hacen que ir al dentista genere ansiedad, por lo que puedes ver el que te seden para facilitarte la visita.
Actualmente existen los trataientos dentales indoloros, ya que una crema que se aplica de forma local en las encías, hará que no sientas cuando te pinchan la anestesia. De igual manera hay sistemas modernos de anestesia que tienen una varita mágica dental que se parece a un bolígrafo y anestesian de una forma tan lenta que el paciente no lo nota.
Debemos pensar que la sedación por inhalación es bastante útil para relajarnos cuando están operando los profesionales. Es similar al famoso gas de la risa, el cual se administra bucalmente a las mujeres cuando van a dar a luz, pero aquí se realiza por la nariz.
Cuando el miedo es grande, la sedación por método intravenoso se realiza en el tratamiento, todo ello mediante el brazo o la mano. Es posible estar despierto e incluso converar con el dentista, aunque te vas a relajar de forma tan profunda que es bastante posible que no te acuerdes bien de lo sucedido.
Todos estos métodos son aplicables a niños y mayores, porque todos de una forma u otra podemos tener miedo al dentista. Los más pequeños ahora lo tienen un poco más fácil, pues como decimos, el tema de las clínicas ahora es mucho más amigable y se ha investigado mucho en hacer la experiencia más agradable para el paciente.