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La alimentación en la etapa infantil, clave para la salud de nuestros hijos

A todos los padres les preocupa enormemente la salud de los más pequeños de la casa y por supuesto un factor fundamental que va a determinar esa futura salud de nuestros hijos es el tipo de alimentación que reciben, y no solamente lo que comen sino también cómo lo comen. Es decir que además de interesarnos por el valor nutricional de los alimentos que ingieren debemos estar pendientes de que su dieta sea lo más variada posible y a la vez que se elabore o prepare de la manera más sana y saludable, priorizando siempre en su forma de preparación los alimentos a la plancha, cocidos, al vapor o al horno, sobre los fritos o rebozados por la gran cantidad de aceites y grasas que absorben.

El establecimiento de una sana alimentación deberá iniciarse por la madre durante el embarazo con el fin de que el crecimiento y desarrollo del nuevo ser sea lo más adecuado posible, siendo a partir de su nacimiento cuando se inicia su alimentación propiamente dicha que deberá ser lo más equilibrada y saludable posible. Según las últimas investigaciones publicadas se ha llegado a la conclusión que los primeros 1000 días de vida de un bebé, entendidos desde su concepción hasta los dos años de edad, determinan en gran medida su salud a lo largo de su vida, más allá de los genes que posea. En este mismo sentido la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifiesta que “la lactancia materna además de los beneficios inmediatos que tiene para los niños, propicia una buena salud durante toda la vida” recomendando asimismo “una lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses del bebé y de manera complementaria con alimentos durante un año, o si es posible más tiempo”.

La alimentación en esta etapa infantil debe ir unida a la inculcación por parte de los padres o educadores de unos buenos hábitos alimentarios, ya que según estudios publicados la mejor edad para asimilar estos hábitos alimentarios es en la infancia, concretamente entre los 3 y los 6 años, dando como resultado que estos niños tienden a mantener los hábitos adquiridos en la edad adulta.

Algunos consejos para educar a los niños a comer de una forma equilibrada, pueden ser los siguientes:

  • Los niños aprenden los hábitos alimentarios familiares, ya que tienden a imitar el comportamiento de los demás, por ello los padres deben dar ejemplo. Si los adultos no comen verduras, evidentemente los niños tampoco las comerán.
  • Los dulces, tartas, chocolate, caramelos, golosinas… no son alimentos saludables por su alto contenido en azúcares, por ello se pueden permitir de forma puntual, si bien no de forma habitual. En este sentido, aunque vosotros miréis por la salud de los más jóvenes, la realidad es que siempre es fundamental que un experto revise la salud de sus dientes. Así, nosotros os recomendamos que visitéis la Clínica dental Gonzalvo, dado que ellos se preocupan por la salud bucodental de los más pequeños mediante el aprendizaje de los hábitos de higiene y su seguimiento, con el fin de prevenir la aparición de problemas futuros como alteraciones de la mordida, caries dental, etc. Y es que una mala alimentación o unos malos hábitos pueden llegar a provocar determinadas situaciones patológicas, como, por ejemplo, la obesidad infantil. Según un estudio realizado por Gasol Foundation con el objetivo de evaluar la actividad física, el sedentarismo, los estilos de vida y la obesidad de los niños/as y adolescentes españoles con edades comprendidas entre los 8 y 16 años, se deduce que el 35 % de los menores entre 8 y 16 años tienen exceso de peso, de los que un 20,7 % de ellos sufren sobrepeso y un 14,2 % obesidad, lo que sitúa a nuestro país a la cabeza del ránking europeo de exceso de peso con 4 de cada 10 niños/as y situándose actualmente en 340 millones el número de niños/as que padecen obesidad o sobrepeso en todo el mundo.
  • Si un determinado alimento no le gusta a tu hijo, deja pasar varios días e intenta que lo pruebe nuevamente o incluso varias veces, si a pesar de ello sigue sin gustarle varía su presentación, la forma de cocinarlo, su textura…, es decir prueba a disfrazarlo.
  • Los niños siguen su percepción sensitiva, lo que los lleva a elegir determinados alimentos por su colorido, por su textura… por ello se puede servir un plato repleto de colores que al mismo tiempo sea nutricionalmente completo, ya que puede incorporar tomates, espárragos, zanahoria, pimientos, remolacha, etc.

El agua, más que una bebida, una gran referencia

El agua debe ser la bebida de referencia para los más pequeños de la casa. Las bebidas azucaradas o gaseadas deben tomarse siempre de una forma totalmente ocasional y es que, aunque su sabor sea su gran baza, la realidad es que acaban haciendo daño en el organismo de quienes las consumen, por lo que siempre se ha de optar por hidratarse bebiendo agua.

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