Según datos del Sistema Nacional de Salud publicados en 2019, la lumbalgia afecta a casi el 18% de la población en España. Las personas que sufren esta dolencia sienten dolor en la parte baja de la espalda, entre las últimas costillas y la pelvis.
Este dolor puede tener muchas causas, como una hernia discal, una contractura, tener artritis reumatoide, etc. Los síntomas son: dolor persistente en la espalda baja, debilidad muscular, dolor en las piernas, sensaciones de hormigueo y dificultad para caminar.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha comprobado que realizar un par de sesiones de pilates o ejercicios de fuerza a la semana alivia el dolor que provoca la lumbalgia crónica.
«Lo ideal es realizar dos o tres sesiones de unos 50 minutos de pilates a la semana y, aunque los beneficios se notan enseguida, la recomendación es mantener la práctica al menos 10 ó 12 semanas, que es el plazo en el que se alcanza la máxima mejoría; y luego la clave es mantener», explica Vicente Martínez Vizcaíno, catedrático de Enfermería y Fisioterapia de la UCLM, y autor principal del estudio.
Los investigadores revisaron a más de 9.000 pacientes y comprobaron que las personas con lumbalgia no pueden realizar los ejercicios basados en extensiones como los del método McKenzie.
Ellos consideran que la práctica deportiva más eficaz para aliviar los dolores derivados de la lumbalgia crónica es el pilates. Los autores del estudio también recomiendan el yoga, el tai-chi, y los de core.
«Los ejercicios que involucran el cuerpo y la mente tienen ventaja porque requieren concentración y no producen rechazo a quienes nunca han hecho deporte, y dentro de este tipo de prácticas, el pilates tiene muchas ventajas porque promueve la estabilidad de músculos pequeños que sujetan la columna y contribuye a la alineación de la espalda, y todo eso es clave para que no duela», afirma Martínez Vizcaíno.
«Además el pilates mejora la conciencia sobre el cuerpo, ayuda a tener más control sobre el sistema respiratorio, y al obligar a concentrarse mejora la ansiedad, la depresión y reduce el estrés mental en el trabajo», añade el experto.
Si tienes dolor lumbar opta por el pilates porque trabaja más específicamente los músculos de la pared abdominal y la zona de la faja abdominal.
Los profesionales de Sport & Balance explican que lo ideal es hacer rutinas de dos sesiones a la semana mantenidas un mínimo de tres y nueve semanas.
El pilates se ha popularizado mucho en los últimos años, pero este método fue creado por Joseph Pilates a principios del siglo XX. Él quería terminar con algunas de sus dolencias físicas.
Se trasladó a Estados Unidos en la década de 1920 con su esposa Clara, los dos fundaron el primer estudio de esta práctica. Después, Ron Fletcher, uno de los alumnos de la pareja, trasladó esa disciplina a Los Ángeles, transformando el ejercicio en lo que conocemos ahora.
«El pilates busca, a fin de cuentas, fortalecer el tono muscular y la fuerza a través de una serie de ejercicios intensos y rápidos, siempre en movimiento. Además, se suele practicar con máquinas o un balón de equilibrio, además de la esterilla», informa El Español.
Las personas que lo practican dicen que les ha cambiado la forma de ver la vida y les ha hecho ser más productivos.
Cada vez son más los hombres que apuestan por el pilates. Muchos creen que es un deporte para mujeres, pero al practicarlo se dan cuenta de que no estaban en lo cierto.
Esta práctica deportiva aporta numerosos beneficios para la salud:
-Tonifica los músculos.
-Ayuda a disminuir o eliminar el dolor de espalda.
-Mejora la flexibilidad y el equilibrio.
-Reduce el estrés.
-Fortalece el suelo pélvico.
-Ayuda a conciliar mejor el sueño.
Practicar pilates durante el embarazo
Durante el embarazo es muy recomendable la práctica de ejercicio físico para evitar las lumbalgias, el estreñimiento, el síndrome del túnel carpiano, la incontinencia urinaria, etc.
El pilates o yoga para embarazadas son actividades muy beneficiosas, ya que son de intensidades adecuadas al estado gestacional.
Los expertos recomiendan el pilates durante el embarazo porque mejora la circulación periférica, fortalece la zona lumbar, mejora la capacidad cardiovascular, prepara el suelo pélvico, mantiene la movilidad articular, mejora la autoestima, favorece el correcto posicionamiento del bebé y fortalece los brazos.
La embarazada puede realizar esta disciplina a partir del tercer mes de gestación siempre que se tenga permiso médico. También es aconsejable después del parto porque disminuye el cansancio y protege el suelo pélvico.
¡Si tienes dudas lo mejor es que consultes a tu médico!