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Conoce de qué se trata el Chi Kung y los beneficios que trae para ti

En la misma onda que el Mindfulness también ha llegado a nuestras vidas el Chi Kung o Qi Gong, la cual se trata de una terapia medicinal de origen chino que pertenece al mismo grupo que otras terapias como el taichi o el reiki y que nos sirven para lograr canalizar de forma adecuada nuestra energía vital (Qi) a través de los diferentes meridianos que recorren nuestro cuerpo.

Así, esta practica proveniente de la cultura oriental defiende que gozar de buena salud depende de nuestra capacidad para conseguir el correcto equilibrio entre la mente y el cuerpo; todo esto a través de la práctica de la meditación y del control de la respiración.

Y es que la traducción literal del término vendría a ser ‘el trabajo de la respiración’, pues esto es justamente en lo que se enfoca, en aprender a tener una respiración consciente y que acompañe todos nuestros movimientos y pensamientos.

Lo que más interesará saber es que es tan efectiva que quienes la practican la llaman “fuente de la juventud”, porque a través de ella logran eliminar las tensiones y el estrés del día a día y disfrutar de ella como si de un auténtico caudal de paz que les aporta salud y vitalidad se tratara.

Acompáñanos a conocer de que se trata esta técnica y como ponerla en práctica, con la ayuda de nuestros amigos de Inspirare, expertos en Chi Kung.

¿Cómo se practica el chi kung?

La esencia del chi kung o qi gong es la sincronización armónica de los tres procesos vitales, esto es, cuerpo, mente (corazón) y respiración.

Esto conlleva a que la práctica del chi kung se divida, entonces, en tres pasos:

  • El primero, el control del cuerpo. Esto es, la relajación, la cual debe seguir un orden: mente, respiración y cuerpo. De esta forma, se logran abrir los canales o meridianos por los que circula nuestra energía vital permitiendo que ésta fluya de forma correcta por todo nuestro cuerpo.
  • El segundo, la regulación de la respiración. Tenemos que trabajar nuestra respiración hasta que la hagamos de forma constante y tranquila, por medio de la utilización de ocho palabras clave (o formas de respirar) que nos ayudarán a modo de guía:
    • Sosegada
    • Suave
    • Profunda
    • Larga
    • Continua
    • Uniforme
    • Lenta
    • Delicada
  • Y en último lugar, el control de la mente o corazón. Si henos logrado alcanzar los dos pasos anteriores, este vendrá como consecuencia de ello. Al relajar nuestro cuerpo y nuestra respiración, nuestra mente o corazón se relajarán y estarán en paz.

Todo este proceso puede hacerse de forma estática, por ejemplo, sentados en un lugar, o en movimiento, realizando ciertos ejercicios físicos enfocados hacia permitir la práctica. Cualquiera que sea el caso, lo más importante es estar bien apoyados y en equilibrio, sintiendo el suelo bajo nuestros pies. Para ello, siempre ese recomienda imaginarse como un árbol y que nuestro cuerpo (en el caso de estar sentados) o nuestros pies (si estamos parados) son nuestras raíces y nos unen fuertemente a la tierra.

Beneficios del Chi Kung

Esta técnica reporta cientos de beneficios a aquellos que la practican. No solo porque aprendemos a controlar nuestra respiración para nuestra conveniencia, sino que a través de este control, logramos una mejor oxigenación de nuestro cuerpo, activamos la circulación sanguínea y, además, conseguimos que nuestro cuerpo y nuestra mente estén relajados y en equilibrio.

En cuanto a nuestro sistema circulatorio, reducimos las pulsaciones del corazón y se mejora el bombeo sanguíneo. Esto en consecuencia trae una mejora en las funciones de los diferentes órganos como, por ejemplo, los que componen el aparato digestivo –que se regula, favoreciendo así las digestiones y el proceso metabólico– o el sistema endocrino.

Las mejoras para los sistemas nervioso e inmunológico se miden en términos de refuerzo, por ejemplo,  previniendo la osteoporosis al fortalecer los huesos, así como la elasticidad de los músculos y tendones.

Incluso, un estudio publicado en la revista Medicine demostró que la práctica de este tipo de ejercicio podía ser de mucha ayuda para pacientes con hipertensión arterial, ya que era una excelente aliada para reducir la presión arterial sistólica y diastólica.

Lo mejor es que no solo ayuda a nuestra salud física, sino también  a la mental, ya que es muy recomendable para personas con depresión y ansiedad, o esto según una investigación realizada por el Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine.

Y es que en una investigación de la Universidad de Coventry (Reino Unido) se explica que gracias al control de nuestra respiración se logra reducir el estrés y la inflamación, mientras que en palabras de lo expuesto en la Revista de la Sociedad Española del Dolor: «el Qigong se presenta como una posible terapia para reducir el dolor y el estrés en pacientes con fibromialgia».

Por otro lado, si acompañamos la practica por los movimientos físicos recomendados, siempre que estos estén adaptados a nuestra condición física, también aprenderemos algunas habilidades como la de enfocar de forma positiva aquellas situaciones o pensamientos que son negativos y que afectan a nuestra mente (corazón) o a nuestro cuerpo.

Entonces, podemos enlistar los múltiples beneficios de esta práctica de la siguiente manera:

  • Físicos: con cada respirar, estamos masajeando nuestro diafragma y estimulando la función de los órganos internos, activando la circulación sanguínea, aumentando la capacidad pulmonar y mejorando el tránsito intestinal. Por otro lado, los movimientos suaves recomendados durante la práctica ayudan a ejercitar la musculatura, aumentar la flexibilidad, reducir el dolor articular y prevenir los problemas que provoca el sedentarismo en general.
  • Mentales: guiar la energía y la respiración por el interior del organismo disminuye los pensamientos negativos, aumenta la capacidad memorística y la concentración mental. Entonces, al estar menos preocupados, nuestra calidad del sueño mejora y por lo tanto nuestro desempeño mental.
  • Emocionales: Según la “teoría de los 5 elementos” en la que se basa esta práctica, cada uno de nuestros órganos internos (corazón, hígado, bazo, pulmón y riñón) están ligados a una emoción: el corazón alberga la euforia, el hígado la ira, el bazo la preocupación, el pulmón la tristeza y el riñón el miedo. En este sentido, cuando relajamos nuestro cuerpo y nuestra mente, se regula la circulación por los meridianos que emergen de los órganos internos y las emociones que se relacionan con cada uno de ellos.
  • Espirituales: esta práctica es una forma de estar en armonía con la naturaleza y para desarrollar nuestras mejores cualidades humanas y lograr una verdadera transformación en nuestro interior Además que si lo tomamos como nuestra filosofía de vida, nos enseñará a mantener hábitos saludables y una mejor calidad de vida.

Contraindicaciones del chi kung

Como todo, el Chi Kung tiene sus contras. Así que para disfrutar solo lo mejor que tiene para ofrecernos hay que seguir ciertas indicaciones durante su práctica:

  • No practicar chi kung o qi gong justo después de comer, porque podría alterar el proceso de la digestión. Tampoco se recomienda hacerlo con el estómago vacío por la misma razón. El mejor momento es una hora después de haber comido.
  • Tampoco es bueno practicarlo todos los días porque nos llevará a sentirnos fatigados.
  • Por último, no deben realizarlo aquellas personas que padecen algún tipo de enfermedad degenerativa.

Ejercicios básicos del Chi Kung

Como dijimos la práctica del Chi Kung puede hacerse en movimiento, haciendo ciertos ejercicios físicos enfocados en el logro de los objetivos del control de la respiración y la relajación del cuerpo y la mente.

Estos ejercicios pueden hacerse de forma individual o en grupo, pero siempre bajo las instrucciones de un profesional (sobre todo si te estás iniciando o si lo estás haciendo a modo de terapia), y que si es en grupo, se trate de grupos reducidos en los que se pueda tener un mejor control del desarrollo de cada participante.

Incluso, pueden practicarlo personas de todas las edades, ya que se trata de una practica muy tranquila, y de movimientos muy lentos, que más bien invitan a la relajación; o por el contrario, perfectos para niños en torno a los 9 o 10 años, ya que a partir de esta edad es cuando empiezan a controlar su proceso de concentración de forma consciente.

Así, hay tres ejercicios básicos de chi kung por los que puedes comenzar y que el equipo de Inspirare nos detalla a continuación:

  • Tonificación: de pie, levanta los brazos al mismo tiempo que inhalas por la nariz y estiras las piernas. Finalmente, separa los brazos y bájalos mientras exhalas el aire por la boca y doblas las rodillas. No olvides mantener la espalda recta durante todo el ejercicio.
  • Sedación: inhala por la nariz, levanta los brazos a lo largo del cuerpo y llévalos hasta la parte superior de la cabeza. Exhala por la boca mientras bajas los brazos dirigiéndolos hacia delante. Al bajarlos es importante que sientas como se va relajando tu cuerpo.
  • Estiramiento: primero, inspira por la nariz y al mismo tiempo estira los brazos en dirección al cielo, inclinándolos un poco hacia atrás para estirar las rodillas y la columna. Luego, espira por la boca y dobla el cuerpo hacia delante para que se relajen los brazos, las piernas y la espalda.

 

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