La leche materna es el mejor alimento para el bebé, porque es una sustancia que contiene macro y micronutrientes en proporciones adecuadas para el crecimiento del bebé.
Sin embargo, es normal que durante el embarazo surjan dudas e inquietudes. Amamantar a tu hijo es una de las experiencias más naturales y bonitas, aunque a veces los comienzos son duros, sobre todo, si eres madre primeriza. No te preocupes, porque el acto de amamantar es algo natural e instintivo, por lo que es más fácil de lo que imaginas.
También debes saber que si amamantas a tu bebé, proteges el medio ambiente al disminuir el consumo de electricidad y agua, también evitas la generación de diversos contaminantes ambientales que se producen durante la fabricación, el transporte y la distribución de los sucedáneos de la leche materna.
Los profesionales recomiendan a las madres primerizas que en los primeros días tengan paciencia y tranquilidad, y que busquen ayuda de personas formadas en lactancia materna. Porque seguro que surgen las siguientes cuestiones.
¿Es mejor la lactancia materna o con fórmula?
La leche materna contiene la composición adecuada de carbohidratos, minerales, grasas, vitaminas y proteínas. «Los beneficios de la lactancia materna son incalculables, tanto para la salud del bebé como la de su mamá e incluso, para el establecimiento del vínculo afectivo entre ambos», informa la revista Eres Mamá.
Este alimento le aporta múltiples beneficios al bebé porque tendrá menos riesgo de padecer obesidad, diabetes, diarrea, gases, alergias alimentarias o enfermedades respiratorias.
La leche de fórmula, no es igual y carece de los componentes biológicos propios de la madre. Esta leche es perfecta cuando la madre no puede amamantar porque tiene una enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Academia Americana de Pediatría (AAP) y el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría recomiendan la alimentación exclusiva al pecho durante los primeros 6 meses de vida del niño, después si la madre lo desea puede continuar con el amamantamiento junto con otros alimentos que complementen la alimentación hasta los 2 años o más.
¿Soy capaz de amamantar?
Todas las mujeres tienen la capacidad de amamantar, porque el organismo y las glándulas mamarias se preparan desde el inicio del embarazo.
¿Cuándo empezar a amamantar al bebé?
Debes comenzar a amamantar al pequeño desde la primera hora de su nacimiento. Después del parto es fundamental el contacto piel con piel, el bebé debe coger el pecho de forma instintiva. Para que estés cómoda busca una posición adecuada y que no te genere dolor abdominal.
«La superioridad de la leche materna sobre cualquier otro alimento para la nutrición y desarrollo del bebé durante los primeros meses de vida ha quedado bien demostrada en numerosos estudios científicos, que señalan un mayor riesgo de numerosos problemas de salud en los niños no alimentados con leche materna, entre los que cabe resaltar un mayor riesgo de muerte súbita del lactante y de muerte durante el primer año de vida», informa la Asociación Española de Pediatría.
La frecuencia de las tomas
Se recomienda que la lactancia se establezca cada vez que el bebé lo necesite. Los profesionales de Tribu Pitusa aconsejan que para la lactancia no hay horas estipuladas. En cuanto a la duración de cada toma, también varía, porque suele durar desde los 15 hasta los 45 minutos.
¿Cómo saber si el bebé tiene hambre?
Debes evitar que el bebé llore por hambre, porque cuando se irrite será más difícil de amamantar. Para saber si tu pequeño tiene hambre debes conocer las siguientes manifestaciones:
– Saca la lengua y se chupa los labios.
-Gira la cabeza hacia el lado donde tiene contacto con la madre.
-Abre los ojos y hace ruidos.
-Se muestra incómodo al dormir.
-Llora y mete sus manos en la boca.
¿Amamantar duele?
La lactancia materna no debe producir dolor, aunque es normal que en los primeros días puedas sentir molestias. Si en tus pezones notas grietas o dolores, esto es porque el bebé no se agarra correctamente. Si esto ocurre, coméntalo cuanto antes con la consejera de lactancia para evitar esos dolores.
¿Cómo saber si el bebé se agarra correctamente al pecho?
Es fundamental un buen agarre para que no sufras dolores ni daños en el pecho. Los expertos aconsejan que todo el cuerpo del bebé esté enfrentado a la madre, y que al abrir la boca introduzca gran parte de la areola, especialmente por la parte inferior, para que al mover la lengua no lesione el pezón.
¿La leche es insuficiente?
Para tener suficiente leche lo mejor es darle el pecho a libre demanda, ya que mientras más succione, mayor producción de leche. Si notas que tu hijo está irritable, llora o demanda el pecho, es porque no está lleno.